sábado, 28 de septiembre de 2013

EL AJO Y LA FORTALEZA


Es barato siempre esta ahí se conserva bien. Cuando se construía las piramidales de Egipto, a los trabajadores se les daba una cabeza de ajo al día para que las fuerza no faltaran y, porque era un remedio medicinal, el antibiótico de la época, para el corazón era la aspirina de ahora.

Entre otra elementos el ajo posee allil, ( una esencia sulfurosa volátil ), yodo sulfúrico y, sílice, lo cual lo dota de un antibiótico natural y, un desinfectante de gran acción, sus componentes es absorbido por la sangre rápidamente,  llegando rápido a los pulmones, haciendo una coraza que defiende todo el organismo.
El ajo ayuda a la digestión, estimulando la movilidad del estomago, favoreciendo el apetito, conviene tomarlo crudo, si no es aceptado por el estomago se puede tomar de la siguiente manera,

picar varios diente de ajo de 3 a 5( empezando por uno solo )y échelos en un vaso lleno de agua caliente; déjelo en remojo toda la noche; a la mañana siguiente, cuele el agua y bébase el liquido.
Esto es una verdadera joya para todo el organismo.


En su obra, Healihg Vegatables and fruits, Leonce, Carlier cita una genial receta,
" machacar 2 dientes de ajos con perejil por la tarde, poner dos cucharada de aceite de oliva, a la mañana siguiente extiendase la pasta en una rebanada de pan," y sírvase."
El ajo es de agradecer, una maravilla de la naturaleza.





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